«Un aspecto esencial de la creatividad es no tener miedo a fracasar.»

Edwin Land

«No me sale nada». «Yo no soy creativa». «¿Y ahora de qué hablo?» «estoy bloqueada». Estas frases las he escuchado con diferentes clientes, en mis formaciones y también en la calle. Incluso alguna la he reproducido yo mismo. Y es que, por norma general, todas las personas nos sentimos bloqueadas en algún momento, con alguna tarea, cuando debemos generar soluciones a un problema y/o cuando buscamos ideas para nuestro proyecto o comunicación.

Además, en tiempos de crisis o de mayor ansiedad y stress, suele acentuarse el bloqueo ya que nuestra mente se focaliza en detectar problemas, surgen miedos y dudas, y nuestra amígdala se colapsa de tanto concentrarse en nuestra supervivencia. En estos casos, podemos sufrir bloqueos mentales y emocionales que tengan un efecto negativo en nuestro rendimiento, dificultad en la toma de decisiones, procrastinación, tendencia a compararnos, riesgo de sufrir depresión, entre otros síntomas. Puedes descubrir más de los bloqueos emocionales en este post de La Mente es Maravillosa.

Por supuesto que al aumentar la autoconfianza y vivir un estado emocional positivo, solemos estar en etapas más creativas, de mayor espontaneidad y también se afrontan los retos con la mente, el corazón y la voluntad abiertas al aprendizaje y a la superación. Incluso en estas etapas puede ocurrir que no encontremos la idea para resolver un problema o para nuestra próxima comunicación (charla, presentación, post, etc.). Entonces, ¿qué podemos hacer?

Propuestas para generar ideas y superar el bloqueo

  1. Julia Cameron tiene un libro para ayudarte a superar etapas de bloqueo. Se llama El Camino del Artista. Este libro propone una serie de ejercicios durante 12 semanas para conectar con tu artista interior y desbloquear tu creatividad. Puede haber aspectos en su lectura que lo hacen complicado, sobre todo si tienes alergia a libros de desarrollo personal y espiritualidad. De entre todas las propuestas del libro, rescato dos.
    • Escribir cada día tres páginas. Con agradecimientos, con quejas, a modo de diario, con la lista de cosas a hacer, con sueños, con recuerdos, con lo que quieras. Escribirlas a mano, ya que la escritura manual (y te lo dice alguien a quien le cuesta hacerlo) ayuda a la conexión mente-cuerpo. Escribir estas páginas te ayuda a ir entrenando tu creatividad, encontrar ideas y sentirte más relajado.
    • Dedicar cada semana al menos dos horas a hacer algo que te motive. Una semana son 168 horas. Solo dedicarte dos a ti misma, a estar sola, sin nadie más que tú…es solo un 1,2% de tu semana. Se trata de hacer esa actividad que siempre pospones por falta de tiempo, estar sola para conectarte con el ahora y estar atenta a las cosas que ocurren a tu alrededor. Por ejemplo, puedes dedicar esas dos horas a ir a un mercado y observar la gente, las paradas, los colores, etc. Este ejercicio te ayuda a encontrar inspiración en pequeños detalles cotidianos e incluso a generar ideas en base a pensamientos que te hayan surgido en estas dos horas de relajación. Y, por supuesto, estas dos horas contribuyen a  mejorar tu estado emocional, por lo que aumenta tu humor y mejora tu creatividad.
  2. Si te han propuesto hablar sobre un tema en concreto, puedes generar un mapa mental. Hay herramientas que te ayudan a hacerlo, como MindMup. El objetivo es que investigues que supone para ti ese tema, qué vivencias de tu propia vida pueden estar relacionadas, historias que recuerdes sobre esto, etc. Y que luego puedas crear conexiones entre todo ello para hacer germinar la idea.
  3. Desde un punto de vista comunicativo, otra fuente para desbloquearte y generar ideas es pensar en tu audiencia. Identificar sus problemas y necesidades estimula el instinto de querer ayudarles. Y eso hace que puedan generarse ideas para compartir con estas personas. Una técnica que se usa en Design Thinking y que puede emplearse para pensar en tu audiencia es la del Buyer Persona.
  4. Analizar el tema desde diferentes perspectivas. En especial en el mundo corporativo, es muy habitual analizar los problemas desde nuestra silla en el organigrama. Y por tanto a veces limita la capacidad de encontrar soluciones efectivas y/o ideas para nuestra próxima presentación. Por ello podemos emplear la técnica de los 6 sombreros para pensar de Edward de Bono. Esta técnica propone abordar el problema (o tema a tratar) desde 6 perspectivas diferentes, según los colores de cada sombrero.
    • Blanco. Nos centramos en los datos disponibles. Vemos qué información tenemos y tratamos de formular soluciones e ideas desde la perspectiva más lógica.
    • Rojo. Observamos desde nuestra intuición, los sentimientos y las emociones.
    • Negro. Vamos a ponernos catastrofistas. ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Y qué harías entonces? Desde esta perspectiva obtenemos ideas desde el juicio y la cautela.
    • Amarillo. Todo saldrá bien. Este es el sombrero del pensamiento positivo, del optimismo. Genera soluciones e ideas pensando en los beneficios y en el por qué todo va a funcionar.
    • Verde. Esta perspectiva es la de la creatividad. Puedes emplear alguna de las propuestas anteriores o una tradicional lluvia de ideas.
    • Azul. Aquí se trata de ordenar todas las ideas y soluciones propuestas, filtrar y concluir qué idea será la que compartirás o qué solución vas a implementar.
  5. Sal a pasear por el bosque, la playa, etc. Y observa su flora, la fauna, cómo la naturaleza crea soluciones. Además de ayudarte a desbloquearte mediante el ejercicio físico y el contacto con el mundo natural, este paseo puede ayudarte a encontrar inspiración para tus problemas o para tu próxima presentación. Es lo que se conoce como biomimética. Mi amiga Edita Olaizola es una experta en el tema y en su blog puedes encontrar diferentes soluciones de bioimimética para los problemas del mundo empresarial, como el líder camaleón.

Hay más técnicas, hay más propuestas. Una parte fundamental pasa por aceptar que estamos bloqueadas y no entrar en un bucle de reproches y ansiedad por ello. Eso solo agrava el problema. Puede resultar positivo contar con un mentor que te aporte una visión externa y que al mismo tiempo pueda ayudarte a superar esta etapa, proponerte dinámicas de creatividad, etc.  Y, si permites que me publicite, en mi caso, además de experiencia en diferentes mercados y posiciones, cuento con formación en coaching y comunicación. Esto es de utilidad para ayudarte a salir del bloqueo y hacer que tu creatividad alce el vuelo.

¡Seguimos!