«No hay que empezar o parar, solo hacerlo.»
Frase extraída de El Guerrero Pacífico de Dan Millman
Vivimos tiempos de incertidumbre y cambio. VUCA o como queráis llamarlo. En mi entorno hay ERTE’s, artistas sin trabajo (e ingresos), cancelaciones de proyectos, despidos, cierres y previsión de una crisis económica acentuada para lo que queda de 2020. A mi también me afecta. Por ejemplo, me han congelado un proyecto relacionado con el mundo del fútbol. ¿Quien podía predecir que en 2020 estaríamos sin Liga, sin Champions…sin ni siquiera el torneo de jóvenes promesas de Albarracín de la Sierra? Y sin embargo esto es el ahora. Una muestra que por mucho que nos dediquemos a hacer previsiones, planes y evaluar riesgos, la vida tiene su propio curso y es impredecible.
En estos días hay una profunda reconversión de las empresas hacia el digital. Teletrabajo, el auge de plataformas como ZOOM , múltiples organizaciones y profesionales ofreciendo contenido gratuito en webinars, cursos online, directos en redes sociales, etc. Y también muchas teorías sobre qué ocurrirá luego.
Para mi esta situación nos permite reflexionar sobre nuestro propósito , si vemos el mundo desde la escasez o la abundancia, y también refleja la esencia y valores de muchas organizaciones. Por ejemplo, podemos encontrar organizaciones como Homeless Entrepeneur que están movilizando recursos y su tiempo para ayudar a que las personas sin hogar tengan asistencia en estos días de crisis (además de la labor que realizan regularmente). También a emprendedoras como Silvia Bueso que organiza webinars para ayudar a organizaciones a crear relaciones y mejorar en sus acciones de fundraising, algo muy necesario en estos días. O a organizaciones como Imagine Creativity Center que nos comparten su formación en Método Lombard para que innovemos soluciones para el COVID-19. Y por el otro a empresas funerarias que aumentan precios de los ya de por sí costosos servicios funerarios. A empresas distribuidoras de servicios básicos, como luz y gas, que siguen facturando como si nada sucediera. O al propio Estado que sigue cobrando impuestos a sectores que están pasando tiempos duros, como los autónomos a los que obliga a cesar su actividad. Y sí, por supuesto también está el ejemplo clásico: el sistema bancario. Ese sistema que fue rescatado por el heraldo público y que ahora siguen cobrando la cuota de las hipotecas, de los préstamos y las comisiones, sin importarle el estado de la persona/familia que está al otro lado.
Por eso te propongo que en este escenario pases a la acción aportando tu talento a tu comunidad. Pregúntate: ¿qué problema puedes resolver? Muchas veces solemos intentar responder a esta pregunta con grandes acciones o buscando resolver problemas globales. Por eso te propongo algunas posibles acciones que, es posible, puedas hacer sin necesidad de superpoderes. Y si aún te quedas sin respuesta a la pregunta, te invito a buscar inspiración en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible que plantea Naciones Unidas.
- ¿Puedes ofrecer algún servicio gratuito a la comunidad? – Si puedes ofrecer algún servicio online (entiendo que offline es complicado) que ayude a la comunidad, eso te ayudará a generar identidad de marca y crear relaciones que luego pueden generar proyectos y colaboraciones ganar-ganar. Y al mismo tiempo te permiten abrir nuevos canales de comunicación, testear herramientas, probar nuevos servicios, etc.
- Think global, act local – Creo que nunca como ahora esta frase tuvo tanto sentido. Está muy bien tener amistades y contactos en la otra punta del mundo, solo que la ayuda directa empieza por las personas que viven en tu comunidad. Eso no solo incluye a tus familiares, amistades y colegas de trabajo. También a las PYMES, servicios públicos, etc que ofrecen sus servicios a la comunidad. ¿Puedes ayudarles? Por ejemplo, puedes ayudar a personas mayores o que son población de riesgo haciendo la compra. O puedes llamar a personas que viven solas para acompañarles desde la distancia. O comprar en el pequeño comercio, aunque pagues un poco más caro el mismo producto, que a la gran cadena de supermercados. Todo suma: tus servicios, tus decisiones de compra, tus acciones de voluntariado. Cada acción suma a crear una comunidad local sana. Y de allí puede surgir ayuda a las comunidades globales, así como soluciones a grandes problemas globales.
- Tu consumo es una acción – En una sociedad construida en base al dinero, cada decisión de consumo comunica. Así, si decides comprar a grandes centrales de compra (cadenas de supermercados, multinacionales deportivas, etc.) porque son más baratas o están más cerca de tu casa, pregúntate que consecuencias lleva esa acción. Seguramente estás apostando por un mundo en el que la riqueza se concentra en unas pocas manos. O si decides seguir con tus servicios básicos en las grandes compañías en lugar de compañías más conscientes como Holaluz o Som Energia , estás apostando por seguir dando poder a los grandes oligopolios y al sistema de puertas giratorias en la política. O si decides seguir comprando a grandes cadenas de ropa en lugar de a talleres y diseñadores locales de moda sostenible, estás comunicando que quieres un mundo con grandes derroches energéticos en transporte de ropa, contaminación de ríos, mano de obra precaria, etc. O si tienes tus ahorros en grandes corporaciones bancarias en lugar de entidades de banca ética, estás comunicando que ya está bien como el mundo financiero está organizado y dónde destinan sus inversiones. Así que, ¿qué acción decidirás hacer con tu próxima compra?
- Prepárate para dar y colaborar – Como dicen los pescadores, «si no puedes salir a la mar, aprovecha para arreglar tus redes». Por tanto, prepárate para ir adelantando todas esas cosas que tenías pendiente, esas formaciones que «no te daba la vida para hacerlas», etc. Y conectando con personas y organizaciones. Son tiempos de tejer redes y crear en red, para luego aplicar soluciones y aportar propuestas de valor a la sociedad post-COVID19. Por ejemplo, puedes dedicar el tiempo que dedicabas a ir la oficina para conectar con alguna persona con quien exista potencial de crear una colaboración ganar-ganar. ¿Con quien vas a conectar mañana?
- Organizaciones conscientes – Nos hemos dado cuenta del valor que tiene que las empresas sirvan a su comunidad. De la importancia del medioambiente. Así que, más allá de la sostenibilidad económica, procura que tu organización y aquellas con las que colabores busquen la consciencia que promueven organizaciones como BCorp , Capitalismo Consciente, la Economía del Bien Común, etc. Organizaciones comprometidas a aportar servicio a la comunidad de forma sostenible con las personas, las finanzas de la entidad y el medioambiente. Porque creando esas organizaciones, podremos ofrecer mejores respuestas a futuras crisis globales. ¿O acaso creías que esto del COVID19 será único e irrepetible?
- Crea, evita modas, no copies, aporta valor – Evita intentar ser el nuevo Bill Gates, el nuevo Tony Robbins, la nueva Greta Thunberg o la nueva Oprah. Encuentra aquello que te define a ti. Evita sumarte a las modas porque sí. Puede que social is the new cool, solo que si esto no lo haces de corazón, se va a notar y no lo disfrutarás. Intenta crear y aportar valor a tu comunidad desde tu esencia, desde tu talento, desde tu pasión. Disfruta y haz disfrutar.
- Valores – Imagino que después de esta etapa vendrá una ola de organizaciones y personas en modo supervivencia. En busca de todo dinero que se mueva. Veremos oportunistas, embaucadores, vendehumos, gurús, embajadores del miedo, esclavistas de la renta mínima básica, etc. Resiste. Ten claro tus valores. Agárrate a ellos. Y actúa.
No puedo asegurarte que si haces esto vayas a tener éxito (¿qué es el éxito?). Tampoco que tu propuesta de valor sobreviva al mercado. Así es la vida. Quizás toca desarrollar un trabajo alimenticio para pagar facturas. Solo puedo asegurarte que si inicias estas acciones, creas una estrategia de negocio y comunicación adecuada, te rodeas de un equipo de personas alineadas con tus valores y pasas de la idea a la acción, estarás mucho más cerca de dejar de ser un zombie y empezar a vivir tu vida.
Si puedo ayudarte a dar vida a tus ideas y pasar a la acción, contacta conmigo.
¡Seguimos!
«Dejar de vivir es morir… cuanto más das de ti mismo a la vida, más la vida te alimenta. La vida es verdaderamente conocida sólo por aquellos que sufren, pierden, soportan la adversidad y tropiezan de derrota en derrota.»
Anaïs Nin