«Lo más importante de la comunicación es escuchar lo que no se dice.»
Peter Drucker
Como seres humanos captamos la realidad a través de nuestros sentidos funcionales. Y eso genera una imagen de la realidad en nuestro cerebro, que no suele ser capaz de procesar toda la información recibida y aplica filtros para procesar la información. ¿Qué filtros? Pues las experiencias pasadas, nuestra educación, los valores aprendidos en nuestra familia, las normas impuestas en nuestra sociedad, etc. Y como resultado, la imagen generada por nuestro cerebro de la realidad es sesgada y borrosa.
Esto lo puedes comprobar con facilidad mirando la política en casi cualquier país. Un acto de Trump es visto de forma muy distinta en función de tus ideas políticas. Lo mismo ocurre en muchos otros campos. Un mismo acto puede ser interpretado de forma muy distinta por dos personas que lo están observando. Por ejemplo, las ayudas del Gobierno de España al sector turístico. El Gobierno lo ve como una acción para ayudar a un sector afectado por la pandemia mundial de 2020. Las agencias de viajes las ven como ayudas mal distribuídas, ya que no se han repartido a los eslabones más débiles del sector. La multimillonaria familia Hidalgo, quien ha recibido casi mil millones de euros de las ayudas, lo debe ver (supongo) con alegría y que el Gobierno cumple con su deber. Y yo lo veo como un ejemplo claro de la corrupción del sistema y que muestra la necesidad de cambiarlo. Un mismo acto, muchas realidades.
Y esta diferencia de realidades hace que nos convirtamos en jueces. Juzgamos la realidad y de forma insconsciente emitimos juicios sobre lo que ocurre. ¿Qué es un juicio? En Comunicación NoViolenta (en este post te explico lo que es la Comunicación NoViolenta o CNV) se considera un juicio toda creencia o pensamiento moral que se tenga sobre una persona o situación. Por ejemplo,
- Correcto / Incorrecto. Consideramos que hay acciones correctas que debemos hacer y cosas incorrectas que no debemos hacer.
- Bien / Mal. Clasificamos el mundo en la dualidad bien o mal. ¿Cuántas historias nos muestran el combate entre las personas buenas y las personas malas? De allí que nos sorprenda cuando un malote como Darth Vader (ojo, spoiler) muestra compasión, amor y bondad por su hijo. Asumimos que si es el malo, no puede tener sentimientos y emociones que asociamos como buenas.
- Deberías. Clasificamos en acciones que deberían ser hechas y otras que no. Y de forma muy similar generamos tenemos que, etc.
¿Qué peligro tienen los juicios en tu comunicación?
Cuando emites un juicio se genera una posibilidad de desconexión con tu audiencia. Hay personas que te aplaudirán, por supuesto, porque comparten ese mismo sesgo de la realidad. Y con otras habrás perdido la oportunidad de conectar y crear una relación.
Si eres una persona que lidera un equipo, seguramente habrán días en que tu estado de ánimo y las acciones exitosas de una persona bajo tu cargo te habrán hecho exclamar: «muy bien, eres una crack». Esa es una frase que suelen mencionar en la parte de coaching a personas directivas. Resaltar las buenas acciones de tu equipo. Sin embargo, eso no deja de ser un juicio en base a bien/mal y deberías. Y, aunque puede subir la moral de la persona de tu equipo, puedes estar provocando una de estas posibilidades,
- Cortando la proactividad y capacidad de innovación de la persona. Para ajustarse a la forma correcta y recibir tu aprobación, la persona puede optar por no innovar ya que se arriesga a equivocarse o no cumplir con tu expectativa.
- Confundir a la persona porque no entienda exactamente qué acción y actitud ha sido la que te ha movido a felicitarla.
- Que la persona sienta que si otro día tu estado de ánimo es diferente o se equivoca, le exclames que es una incompetente. Por lo que se agrietará la confianza que pueda tener en ti como una persona con capacidad de liderazgo para fomentar el crecimiento y evolución del equipo.
Y entonces, ¿qué puedes hacer? En el caso del ejemplo, especificar las acciones y actitud que te han impactado y han repercutido en el éxito del proyecto y, por tanto, de ti y tu equipo. Eso no solo reforzará la moral de la persona, también le permitirá tomar consciencia de acciones que aportan valor al equipo y que impactan en la organización. Y entiendo eso, puede aumentar su motivación al visualizar el sentido que tiene su trabajo en la amalgama de una organización humana.
Para lograr que tu comunicación no contenga juicios, en el caso de presentaciones en público, se trata de dedicar tiempo y esfuerzo a preparar la charla para tu audiencia, cuidando la idea, la estructura, el contenido, etc. En esto puedo ayudarte con mi servicio de coaching para presentaciones. Ahora bien, en tu comunicación del día a día, necesitas ir tomando consciencia de los juicios que comunicas. Por supuesto te puedo ayudar, estoy formado en Comunicación NoViolenta, coaching y PNL. Eso sí, es un ejercicio que requiere de tu compromiso y esfuerzo para ir conociéndote mejor. Porque cuando comunicas un juicio estás compartiendo cómo miras la realidad.
Hay una historia que dice que tres personas observan un plato de comida. Una se fija en los colores y belleza del emplatado. Otra se fija en que es un plato desequilibrado, ya que mezcla hidratos de carbono con más hidratos de carbono. La tercera se fija en que el plato está descantarillado. Por tanto, los juicios muestran tu forma de observar y clasificar la realidad. Y, según la comunicación noviolenta, denotan tus sentimientos y necesidades.
¿Cómo gestionar mis juicios?
Lo primero, como decía antes, es observarte y tomar consciencia de ello. El segundo paso es empatía. Tanto para ti si eres quien emite el juicio, como para la persona de quien lo recibes y/o escuchas. En este post te explico cómo entrenar tu empatía. Un adelanto, puedes mejorar tu empatía si reduces los juicios que emites. Y es que la empatía es una gran habilidad para mejorar tu comunicación.
Una vez que tomas consciencia de tus juicios, según la comunicación noviolenta, la estrategia que puedes seguir para ir reduciéndolos en tu comunicación es la siguiente (es mejor no tener prisa e invertir esfuerzo para lograrlo),
- Lleva un diario de juicios. Como solemos ser más eficaces detectando la paja en el ojo ajeno que la viga en el nuestro, puedes anotar juicios que has escuchado en otra persona y también juicios que te has detectado a ti mismo.
- Trata de detectar qué necesidades pueden estar expresando esos juicios. Por ejemplo, si exclamo que «Es una vergüenza como el Gobierno ha repartido las ayudas por la COVID.» estoy emitiendo un juicio. No estoy especificando qué acción ha realizado el Gobierno, qué es lo que me disgusta, etc. Y ese juicio encierra mi necesidad de ecuanimidad, armonía, confianza, apoyo, etc. Y puedes anotar los sentimientos que genera ese juicio: molesto, agitado, ira, etc.
- Reformula la frase para eliminar el juicio. Por ejemplo, «Cuando leo que el Gobierno adjudica las ayudas al turismo principalmente a las empresas participadas por una familia y no atiende las necesidades de muchas pequeñas empresas, siento enojo porque tengo necesidad de ecuanimidad en el reparto, confianza en el sistema y prosperidad.».
¿Si comunico mi opinión es un juicio?
Depende. Si tu opinión es que tal persona es una estúpida, es un juicio. Ahora bien, puedes distinguir entre,
- Juicios morales. Cuando expresas tu opinión en base a deberías, bien/mal, correcto/incorrecto, etc.
- Valores. Cuando defines tus valores puedes emitir opiniones del tipo «No me gustan las empresas que fabrican armas.». ¿Es eso un juicio? No clasificas en bien/mal, solo que para que tu puedas vivir en armonía prefieres no colaborar con una empresa que produce armamento. Se trata de que comuniques sin juicios, eso sí, que comuniques quién eres tú. Tu propósito, tus valores, etc.
- Valoraciones. Puedes valorar situaciones, acciones, etc. Por ejemplo, tu puedes valorar que es divertido y seguro saltar en parapente, mientras que otra persona lo puede valorar como algo temerario y aterrador. El juicio aparece cuando etiquetas como mejor o peor una valoración u otra.
Más allá de la conocida frase de «las opiniones son como los culos, todo el mundo tiene uno», merece la pena recordar una frase empleada en innovación: «no hay idea buena o idea mala. Toda idea tiene el potencial de ser usada y resultar eficaz para resolver un problema cuando se da el momento y entorno adecuado.». Por ejemplo, en 2019 participé en un concurso de innovación para mejorar la movilidad en las ciudades. Propuse que, además de fomentar el teletrabajo, las empresas se repartieran en espacios de coworking situados cerca de las viviendas de las personas empleadas. Eso, reducía la movilidad, mejoraba la conciliación y potenciaba la creación de sinergias entre empresas ubicadas en un mismo coworking. Mi idea recibió el juicio de ser mala por ser una utopía que las empresas aceptaran eso. Un año después, un virus ha hecho que esa idea sea una realidad y algo que se valora para lograr la ciudad de 15 minutos. ¿Es ahora buena? No, solo es una idea. Solo que ahora se valora como eficaz y aplicable.
Beneficios de eliminar los juicios de tu comunicación
Como has podido ver en este artículo, los juicios comunican mucho sobre tu forma de clasificar el mundo, tus creencias y educación. Eliminandolos de tu comunicación lograrás que las personas en tu audiencia conecten mejor contigi, muestren más empatía y puedan interesarse por aquello que quieres compartir. Incluso que lo valoren como útil y decidan colaborar contigo.
Así que, viendo que como seres humanos somos máquinas de crear juicios a diario, ¿vas a seguir en el estrado o colgarás la toga y el mazo para comunicar con empatía?